domingo, 30 de enero de 2011

sacedón - medelxt660r & beltran



El embalse de Entrepeñas, obra magna de la ingeniería hidráulica española, se construyó para producción de energía eléctrica represando las aguas del río Tajo en un lugar especialmente angosto de su trayecto. Lugar que ya desde muy antiguo estaba rodeado de leyendas por lo tenebroso de su entorno. En la parte baja de las llamadas peñas del Infierno se encuentra aún el viejo puente de piedra que cruzaba el río. El panorama, a pesar de la construcción del embalse, residencias y jardines accesorios, continúa siendo de inolvidable belleza.
Camilo Jose Cela.

Amigos, nunca mejor descrita en tan breve adagio, lo que sentí al acercarme al embalse de Entrepeñas...
Es una de las mejores rutas que he hecho en moto, su recorrido de absoluto asfalto, negro como la noche, carreteras sinuosas con vistas de postal, cielos de azul intenso, bañados por el Tajo con aguas turquesas de cristalino "atravesante", cosmorama de sensaciones aun vacacionales... 


Mi compañero de fatigas, mi "redescubridor" de andanzas motorizadas, cual caballeros andantes nos adentramos en estas tierras de sensaciones eufóricas, donde como niños chicos, nos llamábamos la atención el uno al otro, alucinando con entornos atemporales...


Pensábamos regresar a casa a la hora de la comida, pero la Alcarria es sitio de reposo, del que no marchas fácilmente, entorno atrayente que desinhibe de tareas familiares...


Carreteras o caminos rumbo a puentes con historia de nuestro entorno (las peñas del infierno), donde si pones atención oyes algo de su largo periplo estático...


Si vieran en su lejanía histórica, los arquitectos desafiantes de gravedad, en que quedaron sus conspicuas obras, hazañas ingenieras olvidadas de épocas pasadas...


Seguimos camino, cual túnel de naturaleza "arbotante"...


Donde Beltran, agachado intenta capturar la imagen del día, pero sin darse cuenta se convierte en captura...


Crónica de motos, nunca será crónica, sin fotos como esta, preciosa simbiosis como diría Dali, FO-TO-MO-TI-CA...


Una vez "comidos", nos adentramos al pantano de Sacedón, buscando nuestro espacio de recreo acuático...


Me siento especialmente agradecido de esta ruta casi totalmente "asfáltica", en estos tiempos done se presume de los propios méritos "malabaristicos" de quien monta mas rápido que el otro...
Aquí se demuestra que con "tacos", también uno puede hacerse mas de 250km en nuestras comarcales, y descubrir rutas de una singular belleza...
Camilo Jose Cela no se confundió al elegir estos parajes.


Gracias Beltran, por acompañarme en tan agradable "gesta".

Un saludo,
medel



Como mochilero, dispongo de mi propia batería de fotos para completar lo que ya ha narrado nuestro compañero, medelxt660r.

En nuestra más habitual técnica motera del "aquí te pillo, aquí te mato", organizamos una salida en menos de lo que canta un gallo. Eso sí, la pereza pudo con nosotros y no nos apetecía tener que limpiar las motos después. Y cuando no quieres tener que limpiar la moto, no queda otra que salir por carretera. He de decir que para mí era nuevo esto de ir con mi moto por carretera y hasta tenía mis dudas. El viernes compré la pantalla touring de mi moto, con el fin de probarla algún día. Pues qué mejor momento que el mismo sábado por la mañana. A decir verdad, tenía mis dudas, que fueron disipadas con los comentarios y ánimos de medel. Al posicionar la pantalla, no me defraudó y me animé a taladrar la careta del faro.

Sábado, 08:00 de la mañana, me llega un mensaje al móvil : "Estoy muy perro, pero quiero montar en moto. Nos hacemos una asfáltica?". Acto seguido, llamo y confirmo. Nos enfundamos en el auténtico atuendo dominguero (sólo nos faltó ir en chanclas y con la tortilla de patatas en la tartera.) ; nada de botas y pantalones técnicos. Eso sí, las protecciones no faltaron.

Vamos trazando sinuosas curvas por carreteras rotas y no tan rotas, yo un poco escéptico todavía con mi moto. Pero no hizo falta demasiado tiempo para darme cuenta de las capacidades ruteras de la 690. No en vano, lleva el mismo motor que la SM o la Duke... A velocidades legales, íbamos cómodos. Y yo más aún con la minúscula pantalla nueva, que quita el viento que da en el pecho, dejando así los hombros relajados para una conducción kilométrica.

Tras realizar el tramo de enlace, con parada obligatoria para un café, llegamos a nuestro destino. Era mi primera vez en Sacedón y en el pantano de Entrepeñas. Qué decir de un sitio tan mágico? Se me iba la vista con la decoración rocosa de la zona y esos acantilados naturales y no tan naturales.


Parecía que se nos caía el cielo encima al pasar "por debajo" de esta preciosa pared. Mi pregunta inmediata fue si ahí no hacían escalada. Imaginad la altura que tiene que tener. Llegaba un punto en que ibas completamente debajo de la pared. A priori puede parecer absurdo pues un túnel es más cubierto, pero quizá el hecho de ver la montaña por encima, ese corte, esa altura, confiere una sensación extraña de falsa inestabilidad.

Giramos la vista a derechas, porque el paisaje nos arrebata la atención.


Bonito paisaje. Un colorido espectacular, y ese puente...


... al que no pudimos evitar visitar.


Distintos vehículos para recorrer caminos geometricamente similares :



Con semejante entorno, era impensable no inmortalizar el momento : 


... y esta para medel, que sé que le va a gustar : 


Un poco más adelante, nos encontramos con este regalo del paisaje :



Las vistas vuelven a llamarnos la atención :


Si bien el agua estaba cristalina, ese color radiactivo tipo central nuclear de Springfield no invitaba a darse un chapuzón. Habría que posponer las ganas.


Pero una paradita había que hacer. Llegamos al final de la carretera, a un punto sin salida. Como había que dar la vuelta para volver por el mismo camino, decidimos para un rato. La tónica general de la salida era la tranquilidad. Eso lo teníamos claro desde el primer momento.

Realmente, el paisaje era muy frondoso.



Se me hacía raro ver a medel con casco de carretera, de cuando era joven y tenía una "R" :abuel 

A partir de ahí, yo no tenías más ganas que de darme un chapuzón, con lo que guardé la cámara a buen recaudo y nos fuimos a comer. Después, nos acercamos a la orilla del embalse, que fue nuestro punto más alejado de casa. Bañito y camino a nuestros orígenes.

Lo cierto es que la KTM se portó muy bien. La pantalla/deflector hizo su función, muy por encima de mis espectativas. Ha sido todo un acierto. Recorrimos unos 250 km de pura carretera, sin notar cansancio y habiendo disfrutado como niños pequeños. Podría haber rodado otros 250 km más sin notar cansancio. Hasta que no salimos este sábado por carretera, no me había dado cuenta de lo mucho que se puede llegar a echar de menos el asfalto. Es curioso. No vendría mal el ir alternando de vez en cuando rutas asfálticas con camperas. Y precisamente eso es lo mejor de nuestra monturas, que pueden con todo.

Espero que hayáis disfrutado con nuestra salida "no campera". A nosotros nos encantó, por una vez, hacer algo no habitual. Salir de la rutina te hacer recordar sentimientos "enterrados", de un tiempo en el que fuimos asfálticos. Pero es que podemos hacer todo. Tan sólo depende de nosotros.

Un saludo,
Beltrán

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